El profesor Rafael Vargas, habló brindó una conferencia sobre "Virtualidad y Materialidad" amplió mi percepción tanto del profesor como profesional, así como mi visión sobre la exploración de nuevas posibilidades e ideas. Como estudiante, me lleva a cuestionar e indagar el porqué y el cómo de las cosas en el tema de la realidad y lo no tangible. Cada interrogante que planteamos nos ofrece un punto de partida, sin importar lo extravagante que parezca la investigación, dado que todas las grandes concepciones surgen de proyectos considerados disparates o inalcanzables al principio. El maestro presentó proyectos vanguardistas que van desde grandes estructuras hasta detalles arquitectónicos como los quiebrasoles. Además, se ha dedicado a diseñar objetos prácticos para el uso diario, como el adaptador para pomos redondos que permite abrir puertas con las manos o los codos, una idea surgida durante la pandemia. La selección del material para este adaptador también resultó intrigante, ya que dejaba marcas temporales debido a la temperatura corporal.
se ha destacado en proyectos que ha trabajado mano a mano con la firma Álvarez & Villalón donde utilizan un cuarto de realidad virtual para ver proyectos que están en proceso de construcción para así crear una nueva perspectiva y otras emociones a los clientes. Su proyecto de tesis fue muy interesante, creó unas lámparas alimentadas con algas bioluminiscentes. Aunque aún está en proceso, la idea de integrar la naturaleza en objetos de uso cotidiano es fascinante. En última instancia, la charla nos insta a desarrollar destrezas, a aventurarnos y a aprender de nuestros errores para continuar experimentando. Incluso con recursos limitados, es posible concebir ideas sorprendentes. Los proyectos del profesor han sido reconocidos con premios fuera de Puerto Rico. Las ideas surgen del interés en el diseño y deben estar relacionadas con nuestras pasiones. Además, en arquitectura no se trata solo de diseñar edificios, sino también de trabajar en los detalles que los conforman, como el mobiliario, entre otros. Los momentos difíciles en la investigación y en la vida en general nos hacen más resilientes y sabios. Lo esencial es que cada fallo nos brinde información que contribuya a perfeccionar nuestra investigación.
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