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En el mundo del arte y la arquitectura, la noción de fragmento ha adquirido un significado complejo y multifacético a lo largo de la historia. Desde la antigüedad hasta la era contemporánea, los fragmentos han sido objeto de estudio y contemplación, desafiando nuestras percepciones convencionales de completitud

y coherencia. En esta reflexión, exploraré la idea del fragmento a través de tres perspectivas diferentes: el ensayo "An Incomplete History" de William Tronzo, el texto "El orden frágil de la arquitectura" de Joaquín Español, y el análisis de la innovación escultórica de Rodin, centrada en el uso de fragmentos y la reconfiguración de figuras en su obra.


En su ensayo "An Incomplete History", Tronzo examina la fascinante intersección entre la historia del arte y la arqueología, destacando la importancia de los fragmentos en la reconstrucción de narrativas históricas. A través de la fragmentación, los arqueólogos y los historiadores del arte pueden acceder a momentos perdidos en el tiempo, revelando capas ocultas de significado y contexto. Los fragmentos, lejos de ser meros restos desechados, se convierten en portadores de historias olvidadas, invitando a los espectadores a reflexionar sobre la naturaleza efímera y cambiante de la memoria y la identidad cultural.


Por otro lado, en "El orden frágil de la arquitectura", Español examina el concepto de fragilidad en la arquitectura contemporánea, cuestionando las nociones convencionales de estabilidad y permanencia. A través de una serie de estudios de casos, Español demuestra cómo la fragilidad puede ser una fuente de creatividad y resistencia en el diseño arquitectónico, desafiando las expectativas del espectador y generando nuevas formas de interacción con el entorno construido. En un mundo cada vez más cambiante y volátil, la fragilidad se convierte en un recordatorio de la impermanencia y la adaptabilidad de la arquitectura ante los desafíos del tiempo y el espacio.


Finalmente, el análisis de la innovación escultórica de Rodin revela cómo el fragmento puede convertirse en una fuente de creatividad y libertad artística. Al desmontar y re-ensamblar esculturas existentes en infinitas combinaciones, Rodin desafió las convenciones tradicionales de representación y composición. Al enfocarse en figuras parciales en lugar de cuerpos completos, Rodin liberó su arte de los cánones anatómicos y las preocupaciones problemáticas de proporciones. Los fragmentos, al abandonar la necesidad de completitud y perfección, se convirtieron en obras de arte independientes, capaces de evocar emociones y significados más allá de su origen original.

En conclusión, el estudio del fragmento en el arte y la arquitectura nos invita a reconsiderar nuestras nociones de integridad y coherencia. Desde la reconstrucción de la historia a través de fragmentos arqueológicos hasta la exploración de la fragilidad en el diseño arquitectónico contemporáneo, y la innovación escultórica de Rodin centrada en figuras parciales, el fragmento emerge como una fuerza creativa y disruptiva que desafía nuestras percepciones y expande nuestro entendimiento del arte y la realidad. En un mundo fragmentado y cambiante, el valor del fragmento radica en su capacidad para inspirar, provocar y abrir nuevas posibilidades de interpretación y expresión artística.



Referencias:


The fragment “An incomplete History” William Tronzo


El orden fragill de la arquitectura, joaqquin Español


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